Aprendiendo a llorar.

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No se llorar bien.

Es un hecho. Y me da rabia cuando me veo llorar, por que por mas que practico no consigo llorar de una forma aceptable. Me gustaría llorar queda, llorar con sentimiento y dejadez, con abandono, como una Ofelia que se dejase arrastrar aguas abajo... Se me olvidan las cosas mas basicas, y no sé pararme a contraluz, tal vez en el marco de una ventana y dejar que suaves perlas de agua bañen lentas mis mejillas...

Todo lo contrario. Como una principiante cualquiera, soy un autentico desastre. Por mas que lo intento lloro fatal, me salen gritos extraños, guturales que no comprendo ni puedo controlar, me doblo sin control sobre mi misma, presa de convulsiones, lloro casi sin lagrimas, a base quizás de jadeos y gemidos que las suplen ya que no quieren salir. Se me contrae el rostro en una mueca ajena, y mi expresión ida, perturbada... queda tan lejana a la dignidad como arrastrarse por el suelo presa de una cuchillada trapera lo está de la dulce dejadez de Ofelia.

Lo intento. Me he empeñado por primera vez en algo, y llevo horas y horas practicando... y nada. Lloro desgañitada, horrible, hasta el pelo se me encrespa y las uñas se escapan sin darme cuenta y se clavan en mis brazos...

Pero no pierdo la esperanza. Yo sigo intentandolo. Dicen que el arte viene de la practica constante... así que seguramente voy a lograrlo.