Tacones Platónicos

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Tengo un problema de adicción. Debo reconocerlo públicamente: Soy adicta a los zapatos.

Cuanto mas imponibles mejor.
Zapatos de todo tipo, pero sobre todo si cumplen las normas básicas de:


1- No te los pondrías ni loca.
2- El tacón no mide menos de 10 cms y tiene el grosor de un alfiler
3- Parece que el pie debe sujetarse en el aire por que las tiras que están supuestamente para eso no sujetarían ni el vuelo de una mosca...

Tengo un armario lleno de zapatos, y cada vez que paso por un escaparate mi cuerpo se siente irremediablemente atraído por una extraña fuerza magnética que no puedo evitar y que me pega al cristal haciéndome unos chichones tan gordos que en ocasiones el dueño sale preocupado de que le rompa las lunas...

La mayor ilusión de mi vida sería poder ponérmelos cada día, salir a la calle y pasear airosamente subida en esas maravillas de la ingeniería que consiguen que hasta unas piernas regordetas y cortezuelas como las mías luzcan como de diosa...

Pero no puedo. No se que me pasa que tengo intolerancia a los zapatos de tacón (lo que hace que mi adicción sea aun mas traumática). Eso de llevar falditas ajustadas y unas increíbles sandalias de tacón alto... Dios como me gustaría... Llevo días obsesionada. Cada noche me acuesto pensando: “Mañana. Si. Mañana me pongo la falda de tubo y los zapatos de tacón...”

Pero debo asumir la realidad. Mi vida esta hecha de vaqueros y deportivas con amortiguación de aire...

Pero sigo soñando. Tal vez algún día mi hada madrina aparezca y en lugar de regalarme unos zapatos de cristal (bueno puede hacerlo también, que no les hago ascos aunque no me los vaya a poner, jeje) me dé con su varita y me convierta en una de esas increíbles mujeres sin terminaciones nerviosas en los pies capaces de pasar un día entero enfundadas y subidas sobre ese maravilloso pedestal...

Ahhh,.. como las odio!

¿A que viene todo esto? Pues a que estoy obsesionada.
El otro dia vi nada menos que 10 zapaterias en una hora, me probé (solo por probar... son tan bonitas...) un monton de sandalias y luego me fuí a casa a rumiar mi insatisfaccion...
Y desde entonces no consigo quitarmelas de la cabeza... Suela de madera tallada a mano, recubrimiento de piel de leopardo, tacon imposible, corte a lo años 40... Y el precio! prohibitivo!

Pero las veo delante de mi...


¡Estoy enferma!!

A ver si mañana me pongo por fin una de mis falditas y los tacones mas altos que tenga en el armario y despues de una mañana de sufrimientos y una fortuna en tiritas me inmunizo contra esta fiebre...
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