12.28.2006

Certero y duro, como una bofetada en pleno rostro.

Extracto de un texto de Erich Fromm sobre el amor.
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Para leer algo de Fromm, primero preprar la mente, abrirla a la realidad del mundo actual y luego apretar los dientes para aguantar una verdad en extremo desagradable de aceptar.
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(Si quieres saber algo mas de este destacable psicologo y humanista del siglo pasado, puedes hacerlo aqui)
(Texto tomado prestado de este blog.)
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... No se trata de que la gente piense que el amor carece de importancia. En realidad, todos están sedientos de amor; ven innumerables películas basadas en historias de amor felices y desgraciadas, escuchan centenares de canciones triviales que hablan del amor, y, sin embargo, casi nadie piensa que hay algo que aprender acerca del amor.
...Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en amar, no en la propia capacidad de amar. De ahí que para ellos el problema sea cómo lograr que se los ame, cómo ser dignos de amor. Para alcanzar ese objetivo, siguen varios caminos. Uno de ellos, utilizado en especial por los hombres, es tener éxito, ser tan poderoso y rico como lo permita el margen social de la propia posición. Otro, usado particularmente por las mujeres, consiste en ser atractivas, por medio del cuidado del cuerpo, la ropa, etc. Existen otras formas de hacerse atractivo, que utilizan tanto los hombres como las mujeres, tales como tener modales agradables y conversación interesante, ser útil, modesto, inofensivo. Muchas de las formas de hacerse querer son iguales a las que se utilizan para alcanzar el éxito, para "ganar amigos e influir sobre la gente". En realidad, lo que para la mayoría de la gente de nuestra cultura equivale a digno de ser amado es, en esencia, una mezcla de popularidad y sex-appeal.
... Hay en la cultura contemporánea otro rasgo característico, estrechamente vinculado con ese factor. Toda nuestra cultura está basada en el deseo de comprar, en la idea de un intercambio mutuamente favorable. La felicidad del hombre moderno consiste en la excitación de contemplar las vidrieras de los negocios, y en comprar todo lo que pueda, ya sea al contado o a plazos. El hombre (o la mujer) considera a la gente en una forma similar. Una mujer o un hombre atractivos son los premios que se quiere conseguir. "Atractivo" significa habitualmente un buen conjunto de cualidades que son populares y por las cuales hay demanda en el mercado de la personalidad. Las características específicas que hacen atractiva a una persona dependen de la moda de la época, tanto física como mentalmente. Durante los años que siguieron a la Primera Guerra Mundial, una joven que bebía y fumaba, emprendedora y sexualmente provocadora, resultaba atractiva; hoy en día la moda exige más domesticidad y recato. A fines del siglo XIX y comienzos de éste, un hombre debía ser agresivo y ambicioso -hoy tiene que ser sociable y tolerante- para resultar atractivo. De cualquier manera, la sensación de enamorarse sólo se desarrolla con respecto a las mercaderías humanas que están dentro de nuestras posibilidades de intercambio. Quiero hacer un buen negocio; el objeto debe ser deseable desde el punto de vista de su valor social y, al mismo tiempo, debo resultarle deseable, teniendo en cuenta mis valores y potencialidades manifiestas y ocultas. De ese modo, dos personas se enamoran cuando sienten que han encontrado el mejor objeto disponible en el mercado, dentro de los límites impuestos por sus propios valores de intercambio. Lo mismo que cuando se compran bienes raíces, suele ocurrir que las potencialidades ocultas susceptibles de desarrollo desempeñan un papel de considerable importancia en tal transacción. En una cultura en la que prevalece la orientación mercantil y en la que el éxito material constituye el valor predominante, no hay en realidad motivos para sorprenderse de que las relaciones amorosas humanas sigan el mismo esquema de intercambio que gobierna el mercado de bienes y de trabajo.

Erich Fromm

[Editado]
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¿Somos realmente asi?
¿Es ahi donde para y de donde viene todo mi romanticismo, todas esas noches en vela, todos esos sentimientos encontrados, dudas e indecisiones? ¿De un desequilibrio entre la oferta y la demanda?

9 Comments:

At 11:42 a. m., Blogger Juan Antonio del Pino said...

Un texto y un autor interesante, en todo caso. Pero no estoy de acuerdo con sus ideas, al menos en su totalidad. Es una forma, más, de ver eso que llaman "amor", pero no es la única. Hay tantos "amores" como personas somos en este mundo, y cada uno siente a su modo y manera.
Y tampoco creo que haya que escandalizarse tanto por las ideas de este texto. No hace mucho los matrimonios se concertaban como alianza (política, económica)entre las familias, sin importar la opinión de los novios. Y eso era lo "normal" y lo aceptado por la sociedad.
Cada cultura, cada sociedad, cada momento histórico, ha definido el "amor" de una cierta manera y con unas ciertas formas. Y cada uno lo define, y redefine, continuamente.Lo importante es lo que se siente por dentro, no lo que digan los otros...

 
At 11:42 a. m., Blogger John Constantine said...

Pues, supongo que mirado fría y científicamente, si. Pero a pesar de todo, con todos los condicionantes, estudios, etc etc, algo se les escapa.

Por que si todo fuera una mera cuestión de química y entorno, me da que, por ejemplo, habría una mayor concentración de artistas y genios por cm2. Y no la hay.

Encantado de tenerte de vuelta.

 
At 11:42 a. m., Blogger Juan Antonio del Pino said...

Por cierto, feliz año y esas cosas ...

 
At 12:07 p. m., Blogger Enrique A. said...

A mí me encantaba Fromm cuando estaba en 3º de BUP y en COU. Borde, sí. Pero con sentido.

Y en este caso... No me digas que no sabes que nadie que se ha liado con otro alguien porque es lo que se esperaba de él/ella o porque era un elemento deseado dentro del grupo...

 
At 8:31 a. m., Blogger John Constantine said...

Hombre, Mica, que se haya liado con el/ella porque es lo que se esperaba de él/ella o porque era un elemento deseado dentro del grupo no implica que haya amor. O enamoramiento. O como lo queramos llamar.

 
At 11:49 p. m., Blogger Nathanian said...

Muy buenas, Vampiresa.
Veo que te has estado ocultando todo este tiempo. Bien, para comentar este tema te remito a mis comentarios sobre la TEORÍA DE LA APORTACIÓN. Gracias por fortalecerla.

 
At 10:42 a. m., Anonymous Anónimo said...

Pues he leido el texto y... la verdad es que estoy parcialmente de acuerdo. Muchas relaciones sentimentales se forman por un estricto proceso de oferta y demanda.
Pero... a veces, y solo a veces... uno ve a personas con una chispa especial en los ojos... y entonces es cuando hay que tirar articulos como este a la basura :)

 
At 5:10 p. m., Blogger Calzasachos said...

issjmm sdksdk kks

 
At 5:27 p. m., Blogger Calzasachos said...

o dicho de otra forma, porque antes creo que quise sintetizar demasiado: tu romanticismo, como el mío, el de todos, viene de la literatura y el cine. “Romanticismo” viene de “roman”, o novela; o sea que “romanticismo” significa básicamente “novelería” (hay que ver lo mal que suena así).
Los sentimientos encontrados, dudas e indecisiones, yo creo que vienen sobre todo de la dificultad para evaluar objetivamente en el campo amoroso el capital de que disponemos, así como el precio de la mercancía que deseamos adquirir, lo que le lleva a uno a dar y recibir muchos palos (en el mejor de los casos, uno suele ir afinando poco a poco con el paso de los años, pero ocurre que cuando se ha llegado a cierta precisión, ya empieza uno a no estar para muchos trotes. Parece que lo han hecho aposta).
Y a pesar de todo, de las noches en blanco, del dolor, de la melancolía. ¡qué bien se lo pasa uno! (para qué vamos a engañarnos).

 

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