5.22.2006

Una llamada de telefono...

Que susto me has dado esta mañana niño. Se me ha encogido el corazón hasta que me lo has arrugado tanto que casi casi no lo encuentro... y lo necesitaba para seguir al teléfono, seguir oyendo las noticias que me daba el de la ambulancia, seguir respirando, que casi se me olvida con el susto, seguir oyendo tus noticias, para aguantar un minuto mas, quizás lo suficiente hasta saber que seguías vivo.

Esos sustos no se dan, no señor.


Estoy muy enfadada contigo...