De ratones y ...

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Estaba sumergida anoche en uno de mis habituales experimentos cientificios caseros y altamente estupidos, a saber: "Que pasa cuando te intentas comer tu sola y de una sola tacada una tarta de varios pisos pensada para seis y que en la practica es para ocho".

Las posibilidades que yo había barajado y que trataba de comprobar empiricamente eran las siguientes:

A: Que no lo consigues (Este resultado entraba dentro de lo posible pero no de lo probable, no nos engañemos...)
B: Que explotas (Por eso recomiendo siempre dejar este tipo de arriesgados experimentos solo a profesionales altamente cualificados. Como yo, vamos...)
C: Que te da un subidon de azucar y acabas bailando la macarena a las tres de la mañana, mientras el vecino cotilla de enfrente alucina contigo por enesima vez (Por si acaso la tengo bien ensayada para casos de urgencia)
o D: Que la terminas, sonries, te frotas la barriguita, vas a gatas hasta la cama o de peor manera aun y luego duermes como una diosa el sueño feliz de la boa constrictor... (Esta era la que yo consideraba mas probable... )

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Sin embargo, el que a mis años acabe teniendo que venir a registrar bajo mi almohada el Ratoncito Perez no entraba para nada entre mis calculos...

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Desde luego! Que poco previsora! Mira que no incluirlo entre los posibles resultados! Si ya lo dice la ley de Murphy: Cuanto mas blando es lo que estes comiendo, mas probable es que te partas los piños al morderlo...

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Buf, solo espero que ese maldito roedor no sea tan "rata" como cuando yo tenía 5 años, por que con eso no me pago el sablazo que me va a meter el dentista ni de coña!

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