siendo y no siendo

Un día me puse a escribir. Nunca antes lo había hecho, pero cogí una pluma, la enchufé a mi cuerpo y poco a poco, fui convirtiendo mi sangre en letras. Un día me cansé de escribir a los demás y me puse a escribirme a mi misma, comencé por el dedo gordo del pie, me escribí cada estría de mi huella dactilar, me escribí la uña y hasta el color de la laca que tiene la uña… Lo escribí todo, dedo por dedo, hasta que hube llenado cada recoveco, y lo que había escrito era, en todo, igual que mi pie, seguí, pues no podía parar una vez empezado, y ante mi fueron apareciendo mis pies, mis piernas, mis rodillas… poco a poco me escribía entera a mi misma, hasta que llegué a mi mano derecha. Todo mi yo estaba ya, pero… como puedes escribir tu propia mano si es la que estas utilizando?, y… mas aun.. y si al volcar esa ultima gota de sangre… y si a partir de entonces fuera ella la real y yo no?. Tal vez, esa yo incompleta, y esta yo medio vacía, seamos juntas una entera. Tal vez siempre sea así… Así que ahora me escribo y me desescribo, como una Penélope cualquiera, sin llegar nunca a nada, al final de las cosas, por que no quiero saber quien soy, o por que tal vez me de miedo descubrir que la falsa soy yo.